ROSARIO ORREGO
ROSARIO ORREGO
“¿A dónde va a aparar nuestra sociedad
con esa moderna plaga que se ha desarrollado en su seno y que si no se le pone
remedio pronto, muy pronto, amenaza nada menos que disolver sus vínculos más
sagrados? Tal vez, a primera vista parecerán exageradas estas palabras. Las
observaciones que hemos hecho en estos últimos tiempos, los ejemplos
palpitantes que a la vista tenemos, los estudios de costumbres a que nos hemos
dedicado con religiosa imparcialidad, nos han dado luz sobre la materia y
autorizado para decir a los escritores e general y en particular aquellos que
escriben para el teatro:
Mirad que la sociedad se hunde en
un abismo de miseria si no oponéis vuestra inteligencia y todos vuestros
esfuerzos para dar a las ideas un giro tal que ataque de frente y destruya en su
ya peligrosísimo progreso esa locura de brillar por el lujo, origen necesario
(si no se le opone una valla) de incalculables estragos para el hogar y, por
consiguiente, para la sociedad.” (…)
“EL LUJO Y LA MODA” –
Rosario Orrego. Valparaíso (1873)
El fragmento que acabamos de leer pertenece al texto “El lujo y la moda”
de la periodista, editora, cronista, poetisa y novelista chilena ROSARIO ORREGO y no es apenas una
crítica a una sociedad que pretende solo el lujo y las tendencias europeas como
único fin. Es también una crítica hacia las mujeres, que pretenden solo llamar
la atención mediante atuendos exóticos y la ostentación de joyas caras,
considerando estos aspectos los únicos importantes y que le darán sentido a su
vida, dejando atrás los valores, la ética y el cultivo de sus propios talentos.
Rosario Orrego nació en Copiapó, norte de Chile, en una fecha poco clara del año 1831. Fue marcada por el paisaje del desierto, que aparece en muchas de sus narrativas y poemas. Hija de Manuel Andrés Orrego y Rosario Carvallo vivió su niñez inmersa en el negocio de la familia; la minería, tanto así, que a la corta edad de 14 años contrajo matrimonio con Juan José Uribe, un importante y acaudalado empresario minero que suponemos debió ser bastantes años mayor que ella. De ese matrimonio nacieron 5 hijos: Héctor, Luis, Laura, Ángela y Regina
Su hijo Luis Uribe Orrego, es ni más ni menos que el 2do Comandante de
La Esmeralda para el Combate Naval de Iquique, uno de los primos más cercanos
de Arturo Prat. Luis sobrevivió a ese día e hizo gala de los talentos heredados
de su madre escribiendo el libro “Los combates navales del Pacífico”. Gracias a
él pudimos conocer la famosa arenga que Prat realizó a su tripulación antes del
abordaje.
Por otro lado, Regina Uribe Orrego, fue la primera chilena en obtener el
grado de bachiller en humanidades y junto a su hermana Ángela participaron en
el diario que dirigía su madre como escritoras y traductoras. Al ser yo de
profesión traductora como ellas, inmediatamente quise saber cuáles eran los
idiomas que dominaban, no sale explícito en los textos que leí en los que
definitivamente la norma APA no era exigida como lo es ahora (tantos que hemos
sufrido citando en esta norma haciendo nuestras investigaciones), pero me
atrevo a decir que podrían ser alemán e inglés, el primero porque hay
traducciones de algunos textos de Goethe y el último por la fuerte influencia
inglesa en el puerto de Valparaíso.
El matrimonio duró solo 10 años, en 1853 Juan José Uribe fallece por una
enfermedad no determinada y tras eso Rosario decide mudarse con sus hijos a
Valparaíso, donde comenzará a desarrollar su carrera periodística y literaria
casi al mismo momento de su llegada.
Su primera participación en la prensa fue con sus poemas en la revista La Semana, una publicación de divulgación
literaria que duró un año. Es en esta primera incursión que adopta el singular
seudónimo “Una madre”, palabra que la define como persona, pero también como
mujer. Ella se reconoce como una madre afanada en la educación de sus hijos e
hijas como personas de principios y valores que aportan a la naciente
República. Colocándonos en un contexto histórico, Rosario habita en un Chile
post Independencia, en la que impera un sentimiento de amor profundo a la patria
del que ella se hace parte con una literatura que resalta las bondades de su
país, una pluma costumbrista y absolutamente realista que fue el sello de su
obra.
En 1860 participa en Revista del Pacífico de Valparaíso y Revista
Sud-América editada en Santiago, es en esta última que publica su más destacada
obra, la novela por entregas Alberto el
jugador, a la que nos referiremos con más detalle. Es en la Revista
Sud-América donde conoce a uno de sus directores, Bernabé Chacón, quien se
convertiría en su cuñado al contraer nupcias con su hermano Jacinto Chacón varios
años después, en 1874, pero con quien cultiva amistad desde ese entonces.
Jacinto Chacón era un abogado y escritor que influyó fuertemente en su sobrino
Arturo Prat y en su después hijastro Luis Uribe, siendo Chacón el apoderado de
ambos en la Escuela Naval, creando lazos muy estrechos entre los tres.
En 1873 recibe de las manos de José Victorino Lastarria el título de
socia honoraria otorgado por la Academia de Bellas Letras de Santiago,
convirtiéndose en la primera mujer en recibir este honor, entrando de lleno al
círculo de intelectuales de la época en el que es justo decir, no participaban
muchas mujeres, de hecho se le conoce como la primera académica de Chile
después de este nombramiento.
Luego de este reconocimiento, Rosario va más allá y funda en el mismo
año la Revista de Valparaíso,
marcando un nuevo hito siendo la primera mujer en dirigir un periódico en Chile.
El objetivo de esta publicación era abrir un núcleo de conocimiento a todo quien
quisiera aprender. Se realizaba divulgación principalmente de textos
científicos de fácil lectura, algunos de ellos traducidos por sus propias hijas
de fuentes internacionales, textos literarios en su gran mayoría inéditos y
artículos de opinión. Cualquier persona que quisiera participar podía hacerlo,
sin importar, claro está, su sexo.
Rosario Orrego fue una de las mayores defensoras en aquella época de la
instrucción femenina, tiempos en los que a la mujer solo se le brindaba
educación primaria con un currículo enfocado en la crianza de los hijos y la fe
cristiana. Incipientemente comenzaron las Escuelas de Matronas y la Escuela
Normal de Preceptoras, funciones realizadas principalmente por mujeres, pero
quedábamos fuera de toda otra formación de nivel superior. Era por esta razón
que tampoco teníamos acceso a la educación secundaria, que estaba pensada para
aquellos que iban a continuar estudios superiores que por ley se nos eran
vetados, por lo tanto, no tenía sentido que los cursáramos. No es hasta 1877, con el denominado Decreto
Amunátegui que se nos autorizó a seguir estudios universitarios, abogando no
solo a que teníamos las facultades para llevarlos a cabo, sino también al
derecho a tener nuestro propio trabajo y sustento.
Aprovechando su propia tribuna en la Revista de Valparaíso, publica una
nueva novela por entregas llamada Teresa,
en ésta cuenta la historia de una joven que se encuentra entre el amor a la
patria, representado en su hermano soldado y el amor pasional que siente por un miembro del
bando enemigo. Siendo Rosario una mujer de fuertes valores patrios, no es
difícil imaginar el desenlace de la historia. Consiguió publicarse completa
durante el año de vida que tuvo la revista.
En 1877 colabora en la revista La Mujer, dirigida por Lucrecia Undurraga
Solar, que es conocido como el primer periódico creado plenamente por mujeres,
un espacio en que libremente podían usar sus nombres en vez de seudónimos,
además, cada publicación tenía una editora diferente a cargo.
Tuve la grata oportunidad de acercarme a la literatura de Rosario Orrego
a través de la que es considerada su novela más importante, Alberto el jugador y digo grata porque
no tenía grandes expectativas, ya había tratado de leer novelas de esa época y
entre el español de 1850, las J en donde ahora van las G, y un aire europeo que
se percibía poco real, nunca pasé de dos capítulos, pero Alberto el jugador es diferente, tiene un ritmo casi de serie televisiva,
absolutamente bien logrado que te obliga a seguir leyendo, claro está que tiene
que ver con que era una novela por entregas y Rosario escribió en función de
eso y se nota y se agradece.
La primera escena parte con una joven y su asistente saliendo de una
Iglesia de la Compañía que aún existía, que aún estaba viva, en la que como
espectadora en el futuro es imposible no querer saber que pasó por la cabeza de
Rosario cuando 4 años más tarde de esa publicación se enteraría por algún
diario del gran incendio de la Compañía, tragedia que recorrió el mundo. Luego
atraviesa la Plaza de Armas raudamente, en una narrativa muy dinámica, que no
necesita mayor descripción porque esa es la gracia de la novela costumbrista,
que está dirigida a aquellos que manejan los mismos códigos, que comparten un
imaginario. La muchacha continúa caminando y llega hasta un lugar misterioso,
una casa de juegos clandestina, desde donde toda la trama se origina.
Una de las características de las obras de Rosario son sus personajes
femeninos. Mujeres fuertes, dignas, resilientes, valerosas, con el poder de
sanar una sociedad vacía, inclusive si al comienzo se mostraban frías y
superficiales, cuando la vida les pone las pruebas más difíciles, continúan
firmes en sus principios, capaces de perdonar, llenas de misericordia.
Claramente hay características de las que acabo de señalar que en pleno siglo
XXI discutiríamos y veríamos con otro prisma, pero quiero quedarme con la
esencia de esa descripción, que es que las mujeres de esa época podían tomar
decisiones, ser igual o más conscientes de lo bueno y lo malo que los hombres,
ser fuertes en una época en que la fragilidad parece ser una especie de virtud
a la que Rosario le hace la cruz sin dudarlo.
Uno de los capítulos que más me sorprendió es cuando describe la
Penitenciaría. La misma que hoy conocemos como un centro de hacinamiento,
vicios y continuación del círculo de la delincuencia, era en ese entonces un
centro de reclusión modelo como es descrito en el siguiente fragmento
“El que por primera vez vaya a
visitar la cárcel Penitenciaria de Santiago, creyendo encontrar allí la
miseria, el dolor y toda clase de horrores inventados, se engaña. El que crea
que al penetrar en ese imponente recinto le azotará al rostro una atmósfera
impregnada de degradación por una parte y de opresión por la otra, se engaña.
Si al dirigirse allí prepara su ánimo a recibir la impresión de ese espectáculo
triste y repelente de hombres medio desnudos y enflaquecidos bajo el peso de un
trabajo superior a sus agitadas fuerzas. Se engaña.”(…)
ALBERTO EL JUGADOR, Capítulo II Una carta en alta mar – Rosario Orrego.
Valparaíso (1864)
Alberto el jugador es un relato realista, que deja en manifiesto las
crueles consecuencias para las familias que puede acarrear el nefasto vicio del
juego. En una narración que se la quisieran guionistas actuales de teleseries,
Rosario pasa por varias historias, personajes que se van incorporando,
protagonista y antagonista desarrollados de tal manera que no es difícil
colocarles rostro y voz, un final que los dejará con la boca abierta. Me lo leí
en un día, no me quería soltar. Para todos los interesados esta novela se
encuentra disponible completa en formato digital, absolutamente gratis en el
sitio de Memoria Chilena.
Rosario Orrego como buena mujer que se jacta de su sexto sentido era muy
supersticiosa, y una de sus principales supersticiones era cómo el número 3 se
relacionaba con eventos negativos en su vida, era por eso que el número 21 le
generaba un gran temor, ya que era 7 veces 3.
Es así como un 21 de mayo de 1879 mientras su sobrino predilecto muere
en el Combate Naval más significativo de nuestra historia y su hijo queda a la
deriva en las aguas de Iquique, ella fallece de un ataque al corazón en su
querido Valparaíso.
💜🌺👉Ver también:
https://open.spotify.com/show/6bI3PHgdcLy0uTYAd1GugIsi=uXmq7CC9SEygtvpUAHOGNw
🌺Visita nuestro Canal en Youtube RUTA VIOLETA
https://www.youtube.com/channel/UCTfbpPeXBPWdc4Efm_n2lxw
🌺Descarga aquí Alberto el Jugador (Novela completa)
http://www.memoriachilena.gob.cl/602/w3-article-600719.html
💜🔎📝🎬🎤Investigación, guion, edición, voz:
Ariana Riquelme
Referencias:
Ramírez Errázuriz V., Romo Sánchez M., Ulloa Inostroza C. (2017)
Antología crítica de las mujeres en la prensa chilena del sXX. Editorial Cuarto
Propio, Chile.
Memoria Chilena: www.memoriachilena.gob.cl
Imágenes:
Memoria Chilena
Qué interesante mujer! Nunca había oído hablar de ella y es digna de ser reconocida.
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